Expectativa

Estaba probando la barra de búsqueda que agregué al archivo. Ahora, además de encontrar las publicaciones ordenadas por fecha, también podés buscar palabras clave y leer sobre los temas que más te interesan.

Hace tiempo que quería implementar esta función, quizá desde que tengo el blog. Probé varias palabras; tecnología, desarrollo personal, libros, escritura, creatividad, arte…

Entonces encontré una publicación que escribí hace un tiempo y que, según recuerdo, era una ridiculez, me daba un poco de vergüenza solo pensarlo. Me ganó la curiosidad y volví a leerla. Esta vez no me pareció tan mal, todavía creo que es una buena idea.

Lo contrario ya me había pasado muchas veces, sentirme decepcionado por el contraste entre la realidad y las expectativas. No estar conforme con lo que hice solo porque no resultó como esperaba. Creo que ya he escrito bastante sobre esto. Ahí te dejo otra palabra para buscar en el archivo: Expectativa. (Guiño)

Un día me pareció espantoso, porque esperaba que fuera brillante. Hoy me parece que está bien, porque esperaba que fuera horrible.

El trabajo es el mismo, cambié yo.

Calentamiento

Las cosas no pasan solas, alguien tiene que hacer que pasen. Hoy ese alguien soy yo.

Cuando entrenaba en la pista de atletismo, una de las cosas que me sorprendió al principio es el tiempo que le dedicábamos a hacer el calentamiento. Como 30 minutos calentando y estirando, para entrenar una o dos horas más, para correr una carrera de 45 minutos.

Me pregunto por qué no hago lo mismo en la vida. Por qué espero que las cosas me salgan como una bala, como quien tira del gatillo de un revólver que se dispara instantáneamente en el momento en que el martillo impacta el cartucho.

Me gusta ir al trabajo caminando porque es como un calentamiento. Caminar activa el cuerpo y la mente, no voy al trabajo a despertarme, ya lo hice, ya llego preparado emocionalmente para lo que sea que tenga que hacer.

No suelo calentar cuando tengo que escribir o tener una sesión de coaching. Principalmente porque no sabía cómo. Entraba en frío, sin miedo a desgarrarme como muchas veces me pasa. Errores de novato.

Si soy muy partidario de calentar antes de tener sexo, no solo las manos, también el cuerpo y los sentidos. A veces creo que disfruto más el calentamiento que el acto mismo; la anticipación, la tensión, las ganas. ¿Hay algo más humano que hacer que una persona se sienta deseada?

¿No es la previa antes de ir a un baile otra cosa que un calentamiento? Concepto que abandoné por completo cuando dejé de tomar alcohol y que ahora entiendo la importancia que tiene. Ir a un baile sobrio sin previa es como si Gregorio, después de darse cuenta que es un insecto enorme, en vez de ir a trabajar decidiera enfilar derechito para el baile. Es duro, lo he vivido. Quizá por eso la gente toma tanto, porque no toleran ser cucarachas entre tantas mariposas.

Cuando no hay ganas se nota. En el sexo, en el baile, escribiendo, entrenando, o en cualquier otro dominio de la vida. Cuando no estamos cien por ciento en esto, acá y ahora, se nota, se siente.

El calentamiento te saca de donde estabas y te pone en el lugar en el que tenés que estar.

Es el momento más valioso del proceso, es el momento en el que se rompe la barrera de la resistencia y las excusas, y se despierta el creador.

El calentamiento es un portal hacia el plano creativo.

Newsletter 2.0

Tengo el agrado de presentar la próxima etapa en la evolución de este proyecto.

Estos son los cambios que se vienen:

  • Mi newsletter es un resumen semanal de lo que publico en este blog.
  • Seguirás recibiendo un solo mail todos los viernes y va a incluir todas las publicaciones completas de la última semana, dándote la posibilidad de elegir qué leer en el momento directo en tu correo electrónico.
  • Voy a seguir publicando al menos una vez por semana, pero tengo ganas de empezar a publicar más seguido en el blog y experimentar con otros temas y formatos, soltarme más y ser más espontáneo. A fin de cuentas es un blog y creo que así debería ser, personal, casual y divertido.
  • Me voy de Substack. Después de haber probado la plataforma, llego a la conclusión de que no es la mejor opción para mi, entre otras cosas porque los perfiles de Substack son básicamente blogs, y no tiene sentido para mi tener versiones duplicadas de las mismas publicaciones. A partir de ahora utilizo ConvertKit para gestionar la lista de suscriptores y enviar los correos electrónicos de mi newsletter. Estas son las políticas de privacidad de ConvertKit.
  • Ya no está disponible la sección de comentarios y likes que ofrecía Substack, pero siempre podrás escribirme respondiendo directamente a cualquiera de los correos que te envíe en el futuro. Apuesto a una comunicación más cálida y humana, más emociones reales y menos reacciones vacías. Siempre voy a estar abierto a recibir sugerencias y críticas constructivas. Contame si algo te gustó y compartí con tus amigxs reenviando el correo o compartiendo el link de la publicación.

Espero que disfrutes el nuevo formato tanto como yo, confío en que más tarde o más temprano va a traer mejores resultados.

Estoy aprendiendo a volar mientras construyo el avión. Gracias por volar conmigo.

Leandro

365

Un año no es mucho tiempo. Si no cambiamos lo único que hacemos es darle una vuelta más al sol, vuelve el invierno y seguimos como antes. Los árboles pierden las hojas, el día dura menos y volvemos a recaer, volvemos a decaer, de vuelta la melancolía, todo se enfría y hay que volver a nacer.

Un año es mucho tiempo. En un año podés dar vuelta tu vida.

Energía, ciclos, picos y valles

La naturaleza es cíclica, pendular, oscilante. Como el sol y la luna, como la marea, como las estaciones y las crisis mundiales.

Necesitamos descansar para hacer las cosas bien. Necesitamos cumplir para descansar en paz.

Estoy empezando a entender mis ciclos energéticos, aprendiendo a surfear la ola.

Hay un contraste que parece funcionar bien. Descansar me recarga y me da espacio para inspirarme y renovar el entusiasmo. Trabajando canalizo mi creatividad, hago mi aporte y me siento realizado. Todo esto tiene un costo energético, no puedo sostenerlo por siempre, cada tanto hay que parar, aunque me cueste aceptarlo.

Lo dice la primera ley de Newton. Es difícil frenar cuando estamos en movimiento y es difícil moverse cuando partimos del reposo. No siempre voy a funcionar al máximo de mi capacidad, y no siempre voy a reconocer cuando sea momento de una pausa.

Entre «no hacer nada» y «no me da el tiempo», hay un ritmo natural, una cadencia interna que rige todo lo que hacemos.

El desafío está en administrar la energía, y aprovechar el impulso de las fuerzas que nos mueven. Aceptar que necesitamos las dos cosas: crear, construir, movernos, trascender; pero también divagar, inspirarnos, descomprimir, reiniciar.

10 síntomas de estar aprendiendo

Aprender es:

  1. Entender, aceptar.
  2. Recontextualizar, reordenar, repreguntarse. Volver a empezar. Comprometerse con una práctica.
  3. Incorporar algo externo, hacerlo propio. Asimilar, absorber.
  4. Un cambio esencial. La evolución del alma.
  5. Un descubrimiento, un punto de no retorno.
  6. Ser más efectivo, ser más objetivo, estar enfocado, pensar con claridad. Desintoxicarse.
  7. Tener una relación sana con las emociones. Dejarse guiar por la pulsión de vida.
  8. Mirar para atrás pero mirando hacia adelante. Salir de la zona de confort.
  9. Tener un propósito y trabajar para alcanzarlo.
  10. Amar profundamente. Ser una fuerza creadora. Expandir la capacidad de dar y recibir.
Cómo hacer una calculadora
Fuente: WWDC 2024

En 2020 Marques Brownlee le preguntó a Craig Federighi, líder de software de Apple, por qué es que el iPad todavía no tiene una calculadora propia, el respondió «Queremos hacerlo cuando podamos hacerlo realmente muy bien».

Muchos cuestionamos esta declaración y nos preguntamos ¿Qué tan genial puede ser una calculadora? ¿Qué tan difícil puede ser llevar al iPad la misma calculadora que existe en el iPhone desde la primera generación?

Hace unos días, en la conferencia anual de desarrolladores WWDC, 14 años después del lanzamiento del primer iPad, finalmente Apple presentó la calculadora nativa que va a estar disponible con el nuevo sistema operativo. Gracias al poder de la inteligencia artificial, la calculadora entiende la escritura manual de ecuaciones y permite editar valores y variables actualizando los resultados en tiempo real.

Algunas decisiones pueden ser cuestionables. No se si esta fue la idea que tuvo Apple desde un principio para la calculadora del iPad, si es que necesitaban desarrollar las tecnologías necesarias o si simplemente no fue una prioridad hasta el momento. Pero hay algo que me queda muy claro, nuevamente, lo hicieron a su manera, al estilo Apple.

Respeto y en parte me identifico con esa filosofía de trabajo.

En el acierto o en el error, confiar en una visión y estar dispuesto a dedicarle el tiempo y esfuerzo que sea necesario es lo que produce el mejor resultado posible.

Para mi es importante actuar acorde a mis principios. Ser el primero sin duda tiene sus ventajas, pero vivir compitiendo con los demás no es un camino que me interese demasiado.

Lo bueno perdura en el tiempo. En el mejor de los casos, me gustaría aportar algo que trascienda épocas, modas y culturas.

El artista que hay en mí se obsesiona con los detalles y piensa en la estética y la belleza, pero mi lado pragmático intenta no perder de vista la funcionalidad.

La duda es algo bueno
Expulsión del Edén, de Miguel Ángel. Capilla Sixtina.

La duda es la serpiente en el jardín del Edén. Cuando el propósito pierde fuerza y el miedo nubla la vista.

La duda merodea fuera de la zona de confort. Es una prueba de compromiso. Es un conflicto interno entre dos personalidades opuestas, una necesita crear, la otra quiere rendirse.

Renunciar es una posibilidad pero suele ser el camino fácil.

Donde hay un desafío emocional siempre hay algo importante que aprender. Si no tuvieran nada que enseñarnos no serían desafíos, serían molestias. Las molestias se resuelven, los desafíos se viven, se atraviesan, son una puerta a otra identidad. Una identidad más fuerte, más sabia, más centrada.

Dudamos porque sentimos. Dudamos porque arriesgamos.

El riesgo es un precio bajo para quien ama la libertad.

Más allá del perfeccionismo

3 fases del perfeccionismo

  1. Parálisis. Vivir soñando o planificando hacer algo pero no poder ni siquiera empezar. Sentirse intimidado por la tarea. La única forma de preservar la perfección es mantenerla en el campo mental. El perfeccionismo es un problema de expectativas.
  2. Empezar algo pero mejorarlo indefinidamente sin darlo por terminado. Volver a empezar una y otra vez, no avanzar, corregir y cambiar sobre la marcha, dar vueltas en círculo. Esta fase suele generar frustración y sufrimiento por no poder alcanzar ese ideal imaginado.
  3. Tomarse demasiado tiempo para completar un trabajo o tarea. Ocupar todo el tiempo disponible en el intento por hacer lo mejor posible. Concluir solo por obligación y sin estar conforme del trabajo realizado. Este tipo de perfeccionista logra terminar lo que empieza pero lo hace a un precio muy alto. Desperdicia tiempo y energía. No logra disfrutar los procesos y ciclos de aprendizaje. Al igual que las fases anteriores, sigue enfocado en resultados y expectativas irreales.

Dice Julia Cameron:

«El perfeccionismo no es una búsqueda de lo mejor. Es la persecución de lo peor en nosotros mismos, esa parte que nos dice que nada de lo que hagamos será nunca lo bastante bueno, que deberíamos intentarlo otra vez».

Ejercicio

Sin pensar demasiado tomate 10 minutos para contestar estas preguntas:

¿En qué estoy siendo perfeccionista?
¿Cómo me afecta el perfeccionismo en mi vida?
¿De donde surge mi perfeccionismo?
¿Cómo me gustaría ser o hacer?
¿Qué tendría que aprender sobre mí para superar el perfeccionismo?
¿Qué tendría que aceptar sobre mi y sobre el mundo?
¿Qué estoy priorizando hoy?
¿Qué quiero empezar a priorizar a partir de ahora?
¿Qué voy a lograr superando el perfeccionismo?

Consejos

  • Dejar de identificarnos con los logramos. No somos nuestro trabajo ni nuestro arte, somos personas que trabajan y que hacen arte. Cada proyecto es lo mejor que pudimos hacer en ese momento, no es lo que somos como personas.
  • Soltar la necesidad de control. Aceptar la incertidumbre y el misterio de la vida. Hay cosas que no podemos controlar, negar esos aspectos del proceso creativo es no aprovechar recursos tan útiles como cualquier otra cosa.
  • Aprender a escuchar y confiar más en la intuición. Es el don que nos dio la naturaleza de ver y pensar con el subconsciente. Para mí no es otra cosa que magia. La intuición es una ventaja casi injusta para quien aprende a usarla correctamente.
  • Aprender a apagar la mente lógica. Dejar fluir la creatividad sin pensar. Canalizar la energía de las emociones, expresar sinceramente.
  • Aceptar completamente quienes somos, los recursos y el tiempo que tenemos. Tomar los límites como potenciadores de la creatividad. Marcar tus propios límites y respetarlos. Arreglarte con lo que tengas.
  • Fortalecer la confianza. Trabajar los miedos y las inseguridades. Identificar claramente tus creencias limitantes. Para esto te recomiendo cosas como escribir un diario o cualquier práctica introspectiva, tener sesiones de coaching, hacer terapia, profundizar tu autoconocimiento.
  • Permitirnos el error. Verlo como lo que es, una oportunidad de aprendizaje. Explorar, experimentar, jugar, intentar cosas nuevas, aprender por prueba y error.
  • Entender que una primera versión no es el producto final, es un punto de partida, es la demostración de una idea. Las cosas mejoran cuando repetimos el ciclo entero; idea, acción, resultado, feedback.
  • Disfrutar el proceso. Los resultados no dependen únicamente de nosotros. Somos responsables de nuestras acciones, hábitos y actitudes. Esto es lo que hace la diferencia.
  • No compararnos con los demás. Potenciar lo que nos hace únicos. Conectar con nuestra autenticidad más profunda. Está bien observar y aprender, pero en definitiva, la vida es un traje que se diseña a medida.
  • Descansar, recuperarse, recargar pilas. Relajarse, dar espacio a la inspiración y la contemplación. Conectar con el presente y con el ser. Encontrar paz interior. Aprender a vivir y ser feliz sin la necesidad de ser productivo.
«La mejora continua es mejor que la perfección retrasada».
—Mark Twain

P.D. Fue un placer conversar este tema en el club de expansión de Romi y Caro. Gracias por regalar tanta energía positiva y por ayudarme a mi y a mucha gente a seguir superando el perfeccionismo.

En la niebla

Tengo que admitir que me deje vencer por el miedo. Miedo a la incomodidad, a no saber que hacer, a no tener todo resuelto de antemano. Miedo a tener que hacer un esfuerzo otra vez para lograr algo que ya he logrado antes, pero que no parece volverse más fácil. Sigue siendo un ejercicio de perseverancia y determinación. Soy libre de abandonar en cualquier momento, pero por alguna razón no lo hago. Donde hay un desafío siempre hay algo que aprender.

Ahora camino entre la niebla. Veo algo al otro lado y me entusiasma, es lo que me motiva a seguir adelante, pero también reconozco que me cuesta. Me canso, me canso de mí mismo, me canso de mis patrones negativos. Se que no soy eso, se que soy pulsión de vida.

Renunciar no es una opción.

Empiezo a ver que el tiempo que le doy a las cosas no es en vano. Empiezo a ver que ser quien soy también tiene sus ventajas. No soy lento; soy detallista, soy cuidadoso, soy comprometido con lo que hago. Lo que más me frena es dudar y cuestionarme. La acción, cualquiera sea, es impulso y movimiento en la dirección correcta, en la dirección del aprendizaje y el autoconocimiento.

¿Qué es lo mejor para mi ahora? ¿Qué aprendo dudando? ¿Qué aprendo equivocándome?