Andar liviano

Disfruto mucho más cuando ando liviano, sin muchas cargas ni preocupaciones, solo planes, solo cosas que hacer, solo juegos.

La vida me va llevando pero yo también le propongo. A veces me pongo muy necio y me recuerda que no todo es como yo quiero, entonces dejo lo que estoy haciendo y la escucho, siempre tiene algo bueno que decirme.

Por el río de la vida

La vida fluye como un río por el camino de menor resistencia.

Cuando ordeno mis prioridades todo empieza a caer en su lugar.

Atraigo lo que estoy siendo, sostengo lo que realmente soy.

Lo que soy siempre va conmigo, no necesito perseguirlo.

Juego de rol

La identidad es el personaje que adoptamos en el juego de la vida.

¿Cómo quiero jugar?

Puedo ser una víctima de las circunstancias o puedo ser el protagonista de mi vida y decidir quien ser, que hacer y como responder a cada situación.

La dificultad puede ser síntoma de progreso. Voy subiendo la vara, voy aprendiendo lo que necesito saber para pasar al próximo nivel, voy viendo los desafíos que estoy en condiciones de afrontar.

Una vida plena es un objetivo a largo plazo y un compromiso diario. Las decisiones de hoy definen la realidad de mañana.

Aprender duele, no aprender duele más.

¿Qué es ser feliz?
  1. Tener un propósito. Entender los principios para escribir mis propias reglas. Tener rumbo pero sin expectativas.
  2. Estar al aire libre.
  3. Mover el cuerpo, la mente y el alma.
  4. Dar todo lo que tengo, no guardarme nada, entregarme, ser generoso, porque el tiempo es limitado y el amor es infinito.
  5. Poner lofi de fondo y leer filosofía tomando un café.
  6. Pasar tiempo con la gente que quiero.
  7. Seguir escribiendo un blog en pleno siglo XXI.
  8. Qué el plan B sea casi mejor que el plan A.
  9. Estar en paz conmigo mismo. Aceptarme como soy, aceptar a los demás.
  10. Aprender a perdonarme.
  11. Tener un sistema de audio para sentarme a escuchar música.
  12. Poder escribir a mano, poder caminar, poder andar en bicicleta.
  13. Seguir adelante, no quedarme en el pasado, no vivir en el futuro.
  14. No tener apuro, no tener estrés. Seguir esquivando el drama como un ninja.
  15. No estar esperando por nada ni nadie.
  16. Ser sincero en el sentido más amplio de la palabra. Ser transparente, no porque sea mejor, sino porque no sé ser de otra manera.
  17. Mantener viva la llama y entibiar otros corazones.
  18. Elegir siempre el camino de la maestría emocional.
  19. Explorar, buscar, experimentar. Dejarme sorprender, soltar, saltar. Perderme de vez en cuando.
  20. Volver a enamorarme de Soledad.
  21. Esforzarme cada día por ser la mejor persona que pueda ser.
  22. Mantener mis rituales, cuidar mi santuario.
  23. Dejar de perseguir la felicidad. Dejar de perseguir…
Fin de la negación

No puedo negar lo que es, solo puedo aceptarlo o padecerlo.

Solo desde la aceptación es que puedo ver las cosas con claridad y entender cuál es el cambio necesario.

Hay solo dos formas de mejorar cualquier situación; o cambio el sistema externo, osea la realidad que me rodea, o cambio mi sistema interno, las expectativas, los juicios, como veo los desafíos, mi modelo de mundo.

No soy omnipotente, mi influencia tiene un límite. Lamentablemente, hay veces que no alcanza con dar lo mejor. No todo se resuelve con optimismo y buenas intenciones, no todo depende de mi. Llego hasta donde puedo, hasta donde alcanzo con la mano, hasta donde termina mi paz.

Aprenderé lo que tenga que aprender.

No creé el mundo, pero creo mi realidad.

3 preguntas para diseñar el año

Diciembre puede ser un infierno o puede ser un purgatorio:

  1. ¿Qué hice bien este año?
  2. ¿Qué quiero amplificar el año que viene?
  3. ¿Qué quiero eliminar el año que viene?
«Sal benévolo de una vida en la que también muere el que actúa, y hazlo además satisfecho con los impedimentos».
—Marco Aurelio
Catarsis
  1. ¿Quién estoy siendo? ¿Quién quiero ser? ¿Quién soy en realidad? ¿Qué quiero hacer con esto que me pasa? ¿Para qué estoy acá? ¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde voy?
  2. No hay aprendizaje sin desafíos. Este año salí de la zona de confort más que ningún otro. Viví de una forma completamente distinta, más desde la acción, menos desde la teoría y la información. Fue un año mucho más extrovertido, más social. Introspectivo pero balanceando, más volcado hacia afuera, menos en la cabeza, mucho más en el cuerpo y en los sentimientos. Conocí personas increíbles, conecté, compartí, salí de la caverna.
  3. Me enamoré perdidamente, me perdí, todavía me estoy buscando. Qué difícil es escribir con un arpón atravesado en el corazón, qué difícil es pensar en otra cosa. Así salgo a la calle y así voy a trabajar, como puedo, chorreando sangre, entre la euforia y el vacío. Qué incomoda es la soledad, por primera vez en mi vida.
  4. Terminé mi formación en Coaching y estoy muy contento. Nunca voy a volver a ser el mismo, fue un proceso profundamente transformador. No solo me desafió una y otra vez a seguir trabajando en mi desarrollo personal y a descubrir puntos ciegos en mi personalidad, también tuve que superar obstáculos importantes. Volví a poner a prueba mi capacidad y creo que lo que descubrí ni siquiera es la punta del iceberg. Sigo apostando por esta visión de vida y por esta versión de mi que es mejor que la anterior.
  5. Vuelvo de a poco a ser yo, a reconectar con todo lo que me apasiona pero desde otro lugar, desde una mirada más amplia y menos cargada de prejuicios. Entiendo que en todo hay profundidad y que las cosas son tan superficiales como uno quiera. Cada detallecito y cada cosa que me inspira le da una textura única a mi identidad. No todo tiene que ser abstracto, también hay arte y elegancia en lo simple y cotidiano.
  6. Le gané una batalla al perfeccionismo, no falté un solo viernes. No todas las semanas logré lo que hubiera querido, pero siempre acepté que hice lo mejor que pude. La mejor publicación sale la semana que viene.
  7. Este año leí 5 libros, me doy por satisfecho, es mucho más que nada. Abandono cualquier objetivo métrico arbitrario. Me comprometo a seguir leyendo por placer, porque me hace bien, a mi tiempo y a mi manera.
  8. Agradezco: Tener en mi vida personas que quiero y que me quieren. Agradezco mi hogar, mi bicicleta, esta computadora, tener agua caliente, salud, ganas de vivir.
  9. Estoy cansado. Lo digo porque a veces siento que no tengo derecho a sentirlo. Ya decirlo me ayuda a aceptarlo, y a preguntarme qué es lo que me tiene cansado, a donde se me está yendo la energía. Creo que es un cansancio normal, el que llega cuando aflojo y me acuerdo que soy un ser humano.
  10. Tengo la sensación de estar olvidándome de algo, no importa, es tinta que queda en el tintero, son palabras para mañana, es vida pendiente.
Mejor que una Vision Board

Encontré esto en el canal de Lefie y me encantó la idea, reemplazar o complementar la Vision Board con un mazo de cartas personalizado. Podés usarlo como quieras: escribir recordatorios, frases, objetivos, preguntas, hacer esquemas o dibujos, pegar imágenes, etc. Lo que sea que te funcione mejor, las posibilidades son infinitas.

Las ventajas de usar un mazo de cartas es que es mucho más portátil, versátil y privado que una Vision Board, es muy cómo llevarlo a todos lados, no está a la vista para cada persona que visite tu casa y se puede actualizar en cualquier momento reemplazando las tarjetas que ya no te sean útiles, por ejemplo cuando alcances un objetivo o cuando alguna idea empiece a quedar obsoleta.

Las tarjetas pueden ser simplemente hojas de papel o cartulina cortadas del tamaño que quieras. Yo encontré las típicas Index Cards que se ven en las películas, en Mosca las venden como Ficha de Biblioteca, también se pueden comprar por internet.

Ya gasté un paquete de 25 tarjetas y pienso comprar al menos 50 más para seguir experimentando. Tengo algunas ideas para agregar, por ejemplo los objetivos para el 2025 en una misma tarjeta.

Comparto algunos ejemplos, cada punto es una tarjeta:

  • ¿Cómo sería si fuera fácil? (Tim Ferris)
  • Paciencia
    Consistencia
    Dedicación
  • Si pude hacerlo una vez, puedo hacerlo de nuevo.
  • Fórmula para el éxito
    -Empezar
    -Seguir (No renunciar)
    -Concluir
  • Acciones > Expectativas
  • ¿Qué haría si supiera que voy a fracasar? (Seth Godin)
Te perdono

Te perdono, hiciste lo mejor que pudiste.

Te agradezco, sin vos hoy no sería quien soy.

Siempre gozarás de libertad para cambiar de idea y elegir otro futuro, u otro pasado.
Ilusiones - Richard Bach
La fuente inagotable

Estoy enfrentando desafíos internos importantes; cambio de profesión, cambio de creencias, superando inseguridades y traumas, construyendo nuevas relaciones, fijando nuevos objetivos, renovando el aire, empezando otra vida.

Esto hace que a veces me pierda un poco, me olvide quien soy, y actúe en contra de mi valores, mi ética y mi principio rector.

Me vi intentando mostrar algo que no es, siendo alguien que no soy, dejándome a un lado por miedo al rechazo, o por miedo a perder algo que nunca tuve. Es como si de repente me olvidara que la vida que tengo y la persona que soy también es producto de decisiones que he tomado, decisiones conscientes y muy bien consideradas, pensadas a largo plazo, alineadas con mi plan de vida.

La solución siempre fue reconectar conmigo mismo, volver a mi centro, recuperar la seguridad de adentro hacia afuera.

Si no tengo claro quien soy y no estoy seguro de lo que valgo como persona, no hay título, cargo, apartamento, auto, fama, estatus, oro ni plata que puedan hacerme sentir en paz conmigo mismo, confiado, y listo para resolver cualquier acertijo que la vida me proponga.

La única fuente inagotable de paz y seguridad que tengo es todo eso que he logrado viviendo, enfrentando miedos y trabajando mis emociones. Todo eso que ya no puedo perder y que no se puede comprar en el supermercado; mis valores, mis virtudes, mis cualidades, las decisiones que tomo, las historias que me cuento, el amor que me tengo, el respeto que merezco.

Ser yo, es la única actitud que necesito.