Hay dos clases de éxito.
Uno es dejarse llevar por la corriente. La cultura consumista se alimenta de miedo: miedo a ser menos, miedo a ser un fracaso, miedo a no pertenecer.
Solo cuando no veo el valor que tengo como ser humano, es que busco validación externa para sentirme seguro de quién soy. Busco afuera lo que no logro generar desde adentro.
El éxito personal solo necesita un usuario, un seguidor y un voto. Esta forma de vivir es mucho más solitaria, porque es personal. El éxito verdadero lo defino yo, cada día, con cada acción.
Éxito es levantarme con entusiasmo para seguir construyendo.
Éxito es ser feliz.
