99% de las veces ya sé cual es el problema y cual es la solución.
Dejo de negar, dejo de buscar donde no es. El problema es ese, el que menos quiero enfrentar. Esa molestia que no me deja dormir y no me deja levantarme.
El problema no es técnico; es emocional, personal, interno.
Si quiero A tengo que resolver B para superar C.
Hay tres opciones:
- Abandonar
- Poner pausa
- Aceptar el recorrido
El oro no es una cruz en el mapa, es la experiencia y el entrenamiento emocional.
Estoy a una decisión de seguir avanzando.