Me voy. Sigo mi camino, dejo el rebaño. No me interesa ser un suéter, ni una mascota, ni relleno para empanadas.
No me interesa ser cool, ni aceptado, ni aprobado, ni lo que los demás esperan que sea.
Es momento de soltar los traumas y los errores del pasado. Es momento de dejar de pelear una batalla que no me interesa ganar, ser quien soy y punto, aflojar, andar liviano.
Soy el héroe de mi vida contra la marea y el viento. O salvo el mundo, o me hundo en el intento.
Murió el personaje. Fin. Baja el telón.